Bienvenidos a Ilha dos Puxadoiros, en el corazón de la Ría de Aveiro…
"La ría es un enorme pólipo con los brazos extendidos hacia el interior desde Ovar hasta Mira. Todas las aguas de Vouga, Águeda y las venas que desembocan en el mar en estos lugares empapan las tierras bajas, retenidas por la duna de cuarenta y tantos kilómetros. de largo, formando una serie de charcos, canales, lagos y una gran cuenca de sal. Por un lado, el mar golpea constantemente y levanta la duna, impidiendo que el agua fluya; por el otro, es el hombre quien recoge la tierra que se mueve y lo regulariza. Luego viene la raíz y le ayuda a fijar el incesante movimiento de las arenas, transformando la charca en un magnífico camino, que le da estiércol y pan, pescado y agua de riego. Abre canales y acequias. Pobla los terrenos pantanosos. , y a costa de esfuerzos persistentes, obliga a la arena inútil a renovar constantemente la vida.”…. "La ría es también un lugar para los que quieren descubrir nuevas tierras en la proa de su barco y para los que aman la luz por encima de todas las cosas. Yo mismo la adoro. Me es más necesaria que el pan. Quizás el punto de nuestra tierra donde alcanza la suprema belleza.En la ría, el aire tiene nervios.La luz vacila y pondera y esta atmósfera comunica distinción a hombres y mujeres, y aun a las cosas, más finas en la claridad afectuosa, delicada y sensible que las envuelve. La luz aquí parpadea antes de aterrizar..."
Raúl Brandão, Los pescadores, 1920
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